El después debe empezar en el durante (La columna de hoy 23-10-2015)

Si no empiezas a transferir ya la formación, difícilmente llegarás a hacerlo.

Esta semana he compartido Viernessesión con un grupo muy interesante de profesionales de diferentes áreas de una misma organización. Muchos años de experiencia acumulados y, algo que siempre supone un reto en aula, con ese binomio de escepticismo e interés por valorar si los contenidos de entrenamiento eran útiles o no.

Uno de ellos me dijo al iniciar la primera jornada:

  • No tengo muy claro a qué vengo ni qué vamos a tratar; pero ten por seguro que cuando termine la sesión te daré mi opinión sobre si lo que trabajemos va a servirme o no.

Con toda la cautela que es preciso utilizar al inicio de una sesión, momento en el que aún no has conseguido esa legitimación ante el grupo que precisas para eliminar barreras y conseguir «meterlos en sesión», le respondí:

  • Si tengo que esperar al final de la sesión para que me digas si va a servirte, te aseguro que nos habremos equivocado tanto tú como yo.

Mi comentario hizo que frunciera el ceño. Le había lanzado un guante al suelo retándole a que fuera crítico desde el inicio y se dio cuenta de ello. Los demás se sumaron a este reto y se provocó uno de los escenarios de aula más complejos, críticos y productivos que he tenido en mucho tiempo.

Discusión

Doce personas con una experiencia total de casi 300 años, responsabilidades sensibles en la organización, poco abiertos a «creerse cualquier cosa» y con una abierta predisposición a poner «negro sobre blanco» en cualquier tema que se fuera a tratar.

  • Mi responsabilidad aquí es aportaros un espejo y demostraros que es válido, útil e importante para que veáis en él vuestra imagen profesional real. Vuestra opción, creo sinceramente que más que opción, responsabilidad, es, primero, verificar su validez y, segundo y más importante aún, enfrentaros a la imagen que os muestre.

No habían transcurrido aún dos horas de sesión y el grupo discutía la forma de abordar situaciones profesionales concretas, del día a día, a las que cada uno de ellos debía enfrentarse por su responsabilidad. Ponían orden, nombre a las variables que intervenían en esas situaciones y finalidad a los comportamientos que habían utilizado detectando oportunidades y riesgos, errores y aciertos.

  • Estáis empezando a compartir vuestra experiencia reinterpretando lo que habitualmente hacéis. Este es el primer paso. Ahora, nos toca convertir esa reinterpretación en un modelo, una herramienta, que permita transferir este esfuerzo a vuestra realidad no cuando termine la sesión, sino desde ya.

DIALOGO-DEBATENo sé si alguno de los que participaron en esta sesión leerá este contenido de blog, pero si lo hace, quiero transmitirle mi enhorabuena por el trabajo que supieron hacer.

Los consultores tenemos una gran responsabilidad en aula, es cierto, es nuestro papel, pero los asistentes también y cuando encuentras un grupo que «te lo pone difícil«, sabes que vas a tener que «sudar la camiseta«, pero también que tienes en tus manos una gran oportunidad: convertir la transferencia, la aplicación práctica de los contenidos, en una realidad desde antes de que termine una sesión.

Si alguna vez te dicen, «ya te diré si funciona«, desengáñate, difícilmente funcionará.

3 comentarios en “El después debe empezar en el durante (La columna de hoy 23-10-2015)

  1. Pingback: Reflexiones derivadas de la experiencia | Reflexiones con el Barquero

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