La columna de hoy 01-11-13

ViernesQuien abre la puerta de la crítica a los demás, abre también la puerta de la crítica hacia él. Si no lo sabe, es un insensato o un soberbio

Se sorprendió el recién jubilado de que su móvil y su correo electrónico enmudecieran al día siguiente de su marcha de la empresa. Tanto se extrañó que pidió a uno de sus nietos, el experto en tecnología, que revisara su ordenador, su Ipad, su Tablet y su móvil. El nieto echó un rápido vistazo y le dijo: “Abuelito, todo está bien, el único problema es que ya nadie quiere escribirte o llamarte”.

Se me ha muerto el alma al jubilarme, se dijo. En realidad, su alma llevaba herida desde hacía mucho tiempo.

Aquel jubilado, una persona real y de quien no daré nombre ni apellidos por respeto, fue conocido por su intransigencia, su afición a la crítica mordaz y su buena dosis de soberbia. Mientras mantuvo el poder de su tarjeta de visita, todos contactaban con él; pero en el momento en que en su tarjeta se cambió el título de director general por el de jubilado, se quedó vacío y dejó de interesar.

Critica

Se quedó solo.
Las críticas son buenas, necesarias, hacen crecer, alertan sobre riesgos y oportunidades… Pero hay que saber administrarlas y saber recibirlas.

Cuando ambas cosas ocurren, su valor es impagable; pero no es habitual que esto ocurra, ¿no?

4 comentarios en “La columna de hoy 01-11-13

  1. Ricardo

    Comparto lo expuesto.
    Además, incluiría, que no sólo ocurre cuando te jubilas… También se produce, a veces, cuando te «jubilan» de un puesto y pasas a ocupar otra responsabilidad. De repente, tu correo, tu móvil, tu agenda, empieza a moverse a otra cadencia, distinta de la anterior: a veces in crescendo y otras en clara curva descendente.

    Y en ese punto es donde creo que que es muy necesario, muy necesario, aplicar ese ultimo párrafo que indicas, Pío

    saludos

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  2. pio aguirre

    Cuidado!!
    Este caso es de «libro» y normalmente tenemos identificado a quién de nuestro entorno le va a suceder.
    Pero hay otro mucho más cruel, que nos sucede a todos y apenas percibimos hasta que lo «sufrimos».
    Pertenecemos a organizaciones y formamos parte de una «cadena» de conversaciones en las que eres una pieza «relevante».
    Cuando te jubilas dejas de ser es «operario del dpto con una responsabilidad» (seas director, responsable, administrativo) y pasas a «no existir» para esa cadena de conversaciones.
    ¡¡Ojo!!: En «tu empresa» no pienses que eres tú; eres el puesto que ocupas.
    Por eso es muy importante que guardes el Equilibrio Personal y sepas quién eres y para qué estás en esta Vida.
    Ser Humilde a la hora de verte en tu empresa y ser una Persona digna, respetuosa, generosa, cariñosa con quienes te rodean, suele ser una puerta al reconocimiento por tus compañeros de trabajo, por tus amigos, por tu familia. Te querrán por ser quien eres, no por el puesto que ocupas.

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  3. Luis Castellano Aguaida

    amigo Jaime , has dicho la palabra magica al referirte ; de quien no daré nombre ni apellido por » respeto » . Me atrevo a asegurar que si el Señor Exdirector hubiese tratado con más tacto a sus compañeros de trabajo no estuviera tan solo en su correo. En la vida no puedes aspirar a que te respeten y te valoren , si tu no has hecho lo mismo con los demás

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