Un buen final requiere de un buen principio, de sensatez y de mucha, mucha tenacidad.

Decir que la tenacidad supone un sacrificio consciente para hacer algo que no nos queda más remedio que hacer es una visión demasiado simplista de algo que puede convertirse en una gran aventura, aportar grandes momentos y, con ello, provocar ese buen final.


.

Deja un comentario