¿Corremos hacia alguna meta, escapando de una realidad o sin saber por qué?

Vivimos en un mundo de tantas prisas que parece que quien no corre se equivoca. Es lógico correr hacia algo que necesitas o huyendo de una situación incómoda o, incluso, porque nos gusta correr. El problema es cuando no sabemos por qué corremos y no hacerlo nos hace sentir mal.


.

Deja un comentario