Los dos álbumes de fotos

Creo que la verdad es la que nosotros pintamos y que se muestra según los colores que hemos utilizado para pintarla. Se dice que la verdad no existe, que sólo existen interpretaciones. En nuestras manos tenemos las herramientas necesarias para crear verdades que nos ilusionen o todo lo contrario.

Juan estaba pasando por malos momentos. Infinidad de problemas con el trabajo, la distancia de los viajes inesperados, una familia desatendida por la falta de presencia, las dudas que llenaban su cabeza sobre sí mismo y su forma de hacer… En la última conversación por teléfono, le notó deprimido, falto de fuerza y con la sensación de que se enfrentaba a la vida con un tono gris, sin los colores que siempre habían pintado sus experiencias. Ahora, sus dos palabras más usadas eran `yo no´: yo no sirvo, yo no valgo, yo no puedo, yo no doy lo que debo, yo no sé quién soy, yo no tengo la ilusión de antes, yo no he hecho nada importante, yo no… 

Intentaba convencerle de que no era así; pero su obstinación dirigía su mirada hacia sí mismo y no veía otra imagen que `yo no´.

Por eso quería hacerle un regalo especial, algo que le ayudara a romper esa vía muerta en la que se estaba instalando.

Tuvo que echar mano de amistades, amigos e incluso de personas a las que conocía sólo de referencia. Pero al final, todos ayudaron y ahora tenía su regalo. Mucho esfuerzo para algo tan sencillo.

El día había llegado. La sorpresa de Juan al ver a tantos amigos y familiares esperándole agazapados tras unas amplias cortinas, fue inmortalizada por vídeos y fotos que no cesaron captando los abrazos, las sonrisas, la expectación de todos por ver cómo reaccionaba. Los regalos se abrían uno tras otro y Juan los desenvolvía con cariño. Un viaje, un libro, un terminal de móvil, una recopilación de canciones, prendas de ropa, unas zapatillas de deporte, un juego,… A todos daba las gracias estrechándolos en largos abrazos  y dejando los paquetes desenvueltos encima de una mesa en la que quedaban uno tras otro olvidados.

Con los dos álbumes abiertos, Juan recorría con la mirada las fotos de ambos y su expresión fue cambiando siendo consciente del silencio que había a su alrededor.

Al cerrar los álbumes fue cuando notó que cada uno de ellos tenía un título diferente. En el de las fotos vacías de gente, se leía en letras grandes de color gris: `Yo no´. En el otro, en el que los protagonistas eran sus amigos y su familia, el título en letras de color dorado era: `Yo sí´.

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Respuestas a “Los dos álbumes de fotos”

  1. Luis Castellano Aguaida

    Las personas que aún tenemos ética y principios, a medida que avanzamos en edad, nos hacemos más críticos con nosotros mismos. Curiosamente le damos más importancia a los errores que a los aciertos. El pasado no regresará. Tal vez no le dimos importancia a las cosas sencillas de la vida. Podemos retomar lo que aún tiene solución o simplemente atrevernos a emprender algo nuevo. Que bueno contar con un verdadero amigo.

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  2. Tuti

    Muchas gracias, Jaime

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