Así se agrupan los principales resultados
Algunos de vosotros me habéis pedido que os explique qué aporta la herramienta de medición competencial de la Gestión de la Confianza. Como es lógico, parte de la respuesta debo omitirla por protección de know-how, pero aquí os dejo algunas de las conclusiones individuales que se obtienen con ella.
Perfil global
Se trata de un valor común en cualquier análisis competencial. Sitúa a la persona en una escala de cinco niveles en el que el central se corresponde con los niveles medios poblacionales (o con los referidos a un colectivo de una organización en caso de estar trabajando en un proyecto específico para ésta). La peculiaridad de este resultado es que pondera los diferentes componentes competenciales (criterio, predisposición, conocimiento, habilidad y actuación) lo cual lo convierte en una referencia útil para ajustar la interpretación del resto de resultados.
Valencia competencial
Nos indica el nivel de predisposición que muestra la persona a intervenir en aquellos escenarios en los que la confianza es una clave de eficiencia y/o de eficacia. Ayuda a diferenciar entre los que pudiendo hacer, no hacen de los que hacen con independencia de disponer o no de capacidades.
Eficiencia en el manejo de variables
En este apartado se evalúa la medida en la que la persona dispone de herramientas para manejar las principales variables que condicionan la confianza en una interacción. Nos ayuda a comprobar no sólo cuáles son las herramientas de las que dispone, sino también cuáles de ellas son las que utiliza con mayor frecuencia.
Indice Razón/Emoción
Por medio de este indicador, podemos valorar si la gestión de la confianza que realiza la persona está movilizada a través de la interpretación racional de la situación o de la valoración emocional. Es un indicador útil debido a que permite inferir, correlacionándolo con otros, la solidez de inteligencia emocional que demuestra.
Indice Intención/Acción
Otro indicador dirigido a comprobar si la acción va precedida de una valoración de la situación o si la persona realiza la interpretación de la situación a medida que va actuando sobre ella. Es un valor que debe analizarse en relación estrecha con la experiencia de la persona, debido a que en perfiles de elevada experiencia, es más común disponer de esquemas de conocimiento que aceleran la actuación competencial.