Me dan pánico esos primeros segundos.
Claro, a ti y a muchos. El inicio de una exposición, sobretodo si es frente a un auditorio numeroso, genera tensión, ansiedad, nerviosismo. Y si no sabes técnicas para realizarlo, todo ello puede convertirse en pánico.
Esta frase con la que he empezado, la pronunció un asistente a una sesión de comunicación en la que mi papel era el de entrenar a un grupo de emprendedores para ayudarles a realizar las presentaciones de sus iniciativas empresariales ante inversores.
Técnicamente muy preparados, pero con habilidades improvisadas.
- La comunicación no puede entenderse sólo con un «he nacido o no he nacido para ello» -les comenté-. Si pensáis así, sólo tendréis éxito aquellos de vosotros que por vuestra naturaleza, seáis superhéroes y la gente normal, no lo somos.
- Hay muchos que no valemos para la comunicación -dijo quien pronunció la frase del «pánico«.
- ¿No valéis o creéis que no valéis? -Dejé que el silencio hiciera su efecto en todos ellos y continué: La comunicación es una actividad que se integra por lo que hacemos y decimos, por cómo lo hacemos y cómo lo decimos. Si esto es así, sobretodo en ese inicio que te da tanto pánico, deberíamos ser capaces de responder a ¿qué debo hacer y cómo? y a ¿qué debo decir y cómo? Si nos hacemos estas preguntas y buscamos en la experiencia de otros, formas adecuadas de actuar, estaremos entrando en el apasionante y beneficioso mundo de las técnicas de comunicación.
Mi intención era la de hacerles conscientes de que comunicar no sólo es una actividad ante la que podamos estar más o menos dotados por nuestra naturaleza, sino que, esencialmente, es el resultado del aprendizaje de estrategias y técnicas que salvo muy pocos, todos podemos aprender.
¡Y los resultados son espectaculares y prácticamente inmediatos!
Sólo había una forma de demostrárselo. Empecé por el principio, por esos primeros segundos de «pánico» y trabajé con ellos el «código de entrada» (os incluyo en la imagen, el esquema por si os es de utilidad). En poco más de veinte minutos, pudieron comprobar un cambio sustancial en su forma de exponer y también cómo ese «pánico» se transformaba en un «nerviosismo controlado» que incluso ayudaba a dar mayor fuerza y naturalidad a su comunicación.
Como decía mi maestro: No pierdas la gran oportunidad de dejarte enseñar por otros. Tú, sólo, no llegarías jamás a todo lo que puedes ser capaz de hacer.
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Deberías dedicarte a esto Carlos
Un abrazo
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Así es. Ése primer minuto donde tu frecuencia cardíaca suele estar más acelerada, es el momento que debes realizar el ice breaking para captar la atención de los asistentes. La preparación del inicio es clave. Utliza argumentos y recursos de comunicación. Yo me fijo en los comienzos de las charlas de TED Talking, en los monologuistas…
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