Hay esfuerzos organizativos que no caen en la trampa de empezar a morir el día en que se inician.
¿Cuántas veces nos hemos encontrado con proyectos que hacen mucho ruido al inicio, que mantienen la alerta organizativa en los primeros meses y que, tras ese primer periodo de «entrega«, caen en la rigidez de la rutina?
He oído a algunos profesionales de mi sector, bautizar estos proyectos como «flor de un día» y aunque lo de «un día» es una exageración, es cierto que muchos esfuerzos organizativos tienen un impulso inicial excelente, que se va perdiendo a lo largo de los meses, aunque el esfuerzo siga siendo necesario y crítico.
Sorprende cuando te encuentras con un proyecto que se sale de esta «norma». Cuando los profesionales de tu empresa cliente, mantienen esa sana actitud de revisar, revitalizar, cuestionar y mantener vivos los proyectos.
En la entrada publicada en el blog de CincoRazones, se habla de una de estas experiencias. Un proyecto con dos años de vigencia que afectó a más de mil profesionales y que sigue contando con el impulso de la organización.
Te invito a verlo a través del siguiente enlace.