Hace tiempo decidimos intentarlo.

Quizá por tener hijos universitarios, quizá por convicción personal, pero la realidad nos decía que hay oportunidades para crecer profesionalmente que no deben esperar a conseguir el primer contrato laboral.

Recuerdo algunas frases que llamaban la atención sobre esto:

• «Me aterra hacer una presentación en público»
• «Tengo una entrevista de trabajo que no sé cómo prepararla»
• «Estoy con el TFG y me da miedo el momento en que vea al tribunal delante mío»
• «Cuando hablo ante un grupo me tiembla la voz, las manos y me bloqueo»
• «Esto de la comunicación es para quien ha nacido con ese don»
• …

Creamos varios grupos de entrenamiento y la experiencia fue magnífica.

Hoy lanzamos la iniciativa «vestida de proyecto» para acercar ese entrenamiento al que accedemos cuando ya estamos en una empresa, a aquellos que aún no han tenido su primera experiencia profesional, o cuentan con poca aún.

¡Cualquier opinión será bien recibida!