El directivo que no sabe motivar tiende a justificarse quejándose de que no le dan facultades suficientes
Las opiniones están encontradas, ¿es sencillo o difícil dirigir un equipo? Hay opiniones para todos los gustos siendo más frecuentes las que apuestan por considerarlo una responsabilidad compleja.
Pero también los hay que piensan que es fácil, o al menos, que lo sería si dotaran al responsable de los medios suficientes para poder gestionar a su equipo. ¡Insensatos! Estos no saben de qué están hablando.
Hay quienes no venden, sino despachan. De la misma forma hay quienes no dirigen sino que se limitan a controlar resultados.
Siempre he pensado que el ser humano es a la vez complejo y sencillo. Complejo por la infinidad de variables internas y externas que pueden llegar a condicionar su comportamiento. Sencillo porque cuando se tienen cuatro criterios claros, o pocos más, y se aplican en la relación profesional (seguro que esto no es tan claro en el plano personal), se evitan grandes conflictos y se facilita sorprendentemente la gestión.
En realidad, la gestión de un equipo no es tan compleja por a quién se dirige como por quién lo está dirigiendo.
Aquel equipo que tiene en su cabecera a alguien que piensa que lo único esencial es el resultado, lo tiene claro porque su `jefe´ demuestra no tener ni la mínima base para gestionar a un equipo.
Dirigir significa conseguir resultados a través de otros, ¿no? Hay personas que deberían leer esta frase varias veces hasta llegar a entender qué implicaciones tiene ese “a través de otros”.