Un año muy complejo, es cierto, pocos se salvan de la dureza y dificultad de estos meses del 2013. Y como ocurre siempre que hay dificultades, se produce una discriminación clara entre unas formas de hacer y otras.

«Cuando el negocio va bien, no hay acción mala; pero cuando el negocio va mal, lo difícil es encontrar una solución claramente eficaz». Un texto parecido leí hace poco en un artículo de una revista digital y francamente, aunque todo es discutible, es bien cierto que cuando hay dificultad, se agudiza el ingenio y se encuentra aquello que ni si quiera se buscaba cuando la necesidad no protagonizaba el día a día como hoy.

Un año como el actual, precedido de los que ya llevamos acumulados en la mochila de la crisis, nos exige a todos sacar de donde no hay y mantener el esfuerzo y el ánimo en las mayores cotas posibles. Desde mi espacio profesional lo he estado viviendo tanto en las organizaciones con las que tengo la fortuna de colaborar, como en mi propia organización. Tal velocidad se nos exige que los resultados internos y externos se suceden sorprendiéndonos a veces, por su aparición.

Uno de ellos tiene que ver con el documento al que se puede acceder desde este link (MagneTteam) o desde la imagen insertada en el post. Se trata del resultado de una profunda reingeniería en proyectos y soluciones que ha conseguido algo que buscábamos desde hace tiempo: demostrar la vinculación de un proyecto a resultados de negocio.

Mi intención no es vender, sino explicar y compartir cómo con los condimentos de siempre, se pueden crear en ocasiones nuevos platos que son capaces de aportar grandes innovaciones.