Nos queda por abordar la última pregunta que me hicieron, Barquero.
¿En qué medida, con ese modelo, se puede ayudar a transferir la formación al puesto de trabajo?
Si nuestros seguidores han leído las entradas anteriores, pueden responder directamente a esta pregunta. Disponer de un modelo que guíe el diseño de un programa formativo y que lo ancle a la realidad profesional con la que se enfrentan quienes habrán de participar en el programa, es la clave para poder garantizar que disponemos de alternativas válidas y eficaces para realizar la transferencia al puesto.
En muchos de los proyectos que trabajo, se da una aparente contradicción. Por una parte, existe la clara necesidad de conseguir que un programa en el que invierto tiempo, esfuerzo y dinero como organización, se implante en la realidad del colectivo con el que trabajo. Pero por otra parte, aparecen muchas incertidumbres en cuanto a que eso pueda hacerse de una forma efectiva.
Probablemente, esto sea causa de los muchos intentos que no han dado resultado. La transferencia no es efectiva si se basa en simples sesiones de refuerzo, en comunicaciones periódicas salpicadas de contenidos variados, en acciones de coaching individuales no referenciadas en un modelo concreto, en plataformas on-line para compartir conocimiento, en la simple consulta al colectivo si le ha gustado o le ha servido,…
Pues acabas de citar buena parte de las actuaciones que se dan en el «después» de los programas formativos. ¿Piensas que no son recomendables?
Al contrario. Todas ellas pueden ser alternativas magníficas para conseguir la transferencia al puesto, pero no lo serán si no están referenciadas al escenario profesional que vive el colectivo.
Explícate, por favor.
Veamos. Si tu asistes a un curso en el que se te aportan conocimientos y habilidades, tu expectativa será que esos contenidos te sirvan para tu día a día. Cuando estás en aula, es muy probable que, teniendo a un buen formador delante, termines la sesión pensando que los contenidos son muy buenos. Pero, ¿qué ocurre después?
Que no se utilizan en la mayor parte de las ocasiones.
¿Por qué?
Por la complejidad del día a día, por el tiempo y esfuerzo que requiere, por tener la sensación después del curso de que los contenidos eran teóricos y que no contemplaban la realidad profesional, por tener otras prioridades, por la presión de los objetivos,…
¡Ahí está la clave! La transferencia al puesto dependerá de que lo que hayas recibido en aula esté ligado a tus objetivos, a tus problemas concretos y cotidianos. También dependerá de que esos contenidos te den de forma sencilla y rápida, orientaciones y alternativas para actuar frente a las situaciones que te encuentras diariamente.
Y por otra parte, dependerá también de que haya alguien que me guíe y me «movilice» en esa transferencia, ¿no es así?
Y de otros factores en los que no voy a profundizar ahora como podría ser compartir evidencias del beneficio organizativo y profesional de ese proceso de transferencia. Todo ello lo puedes conseguir si tu programa cuenta con un modelo que sea operativo, sencillo, ligado a tu trabajo y del que puedas ir aprendiendo a medida que lo vas utilizando.
Esto me recuerda a la secuencia de resultados a la que hacías referencia en otras entradas:
- ¿Cuáles son los objetivos del profesional?
- ¿Cuáles son los procesos que debe realizar?
- ¿Qué factores condicionan las situaciones a las que se enfrenta?
- ¿Qué criterios deben guiar su actuación?
- ¿Qué habilidades y conocimientos debe utilizar en cada situación?
- ¿Qué debe mejorar en su perfil?
Exacto. Imagina que tras esa sesión que hemos diseñado según un modelo adecuado y anclado a tu realidad, me pongo en contacto contigo (por teléfono, e-mail, on-line, presencialmente,…) y utilizamos el modelo para valorar cómo es tu día a día según los tres primeros puntos. ¿Qué obtenemos?
Una fotografía de lo que está ocurriendo.
Y con ella, si el modelo está bien construido, obtendremos las áreas clave hacia las que debas dirigir tu esfuerzo y que seguramente serán las que mayor preocupación te estén generando en este momento.
Seguro que sí.
A partir de ese momento, entraremos en las otras tres preguntas, con una metodología bien construida para aprovechar tu tiempo y el mío, y te ayudaré a enfocar tu trabajo y a resolver de la mejor manera las situaciones que sean más críticas.
Entiendo que además, debido a que disponemos de un modelo, podremos ir revisando la contribución real de la transferencia que estamos realizando de los contenidos formativos a mi puesto de trabajo.
No sólo eso. Como habrá otros compañeros que como tú están en esa transferencia, yo podré obtener datos globales de todos que servirán para compartir conocimiento, situación profesional, mejores prácticas, etc.
Sí, es un enfoque interesante.