Una Pizca de Sal (121-140)

HombreLibroOrdenar el pensamiento exige tener referencias que pongan criterio en lo que se «cuece» en nuestro cerebro. Cuando reflexionamos sobre frases propias o ajenas, estamos condicionando que determinadas referencias se refuercen y nos ayuden no sólo a explicar lo que vivimos, sino también a orientar cómo actuamos en ello.

Con estas veinte reflexiones, llegamos a las 140 desde que iniciamos esta aventura.

  • Ten cuidado, si mientes, la verdad girará sus ojos hacia ti y aparecerá cuando menos te lo esperes
  • Cada cual a su manera, es una trampa mortal para el equipo
  • Un vendedor desordenado siempre perderá tiempo justificando su falta de contribución
  • Hay quien dice que la información es poder porque confunde información con conocimiento
  • Si es bueno, exige y reconoce su éxito; si no puede, apóyale y reconoce su esfuerzo; si no quiere, renuncia a él y házselo saber
  • Si a la ilusión le sumas esfuerzo, método, criterio y visión, la suerte te perseguirá
  • Si te quejas habitualmente de lo malo que es tu equipo, mírate al espejo con más frecuencia
  • Lo que más necesitamos no es tanto llegar a la meta, sino tener un camino que recorrer
  • Si quieres controlarlo, no eches leña al fuego emocional del conflicto
  • Tu papel no es ser el más experto sino el mejor gestor
  • Ser blando es el peor favor que puedes dar a quien merece trabajar y el mejor regalo para quien elude el compromiso
  • Para pasar desapercibida, la ignorancia se disfraza muchas veces de soberbia
  • Si no tienes visión, si no destinas tiempo a conocer a tu equipo, ahórrales el suplicio de tenerte como jefe
  • A veces nos vestimos de maestro cuando aún llevamos el traje de alumno
  • No dominarás algo hasta que no puedas explicarlo a alguien que no sepa
  • Las medias verdades no sirven: Ser jefe obliga, pero ser colaborador, también
  • Si decides tu objetivo sin caminos alternativos, prepárate para el fracaso
  • Si al inicio no luchas por captar la atención, provocar interés y crear un clima adecuado, tú hablarás y nadie de escuchará
  • Si quieres impactar en tu comunicación, vincúlala a lo que a tu auditorio le preocupa y le interesa
  • Escucha mi silencio y entenderás mejor mis palabras

2 comentarios en “Una Pizca de Sal (121-140)

  1. A veces he dicho, con sorpresa de quien me escuchaba, que no hacemos más que poner nuevas palabras a lo que ya dijeron otros y que en la historia encontraríamos ideas que dejaron de utilizarse y hoy serían revolucionarias. ¡Lastima de memoria y de escasez de tiempo! Si decides escribir sobre ello, ten por seguro que seré uno de tus más fieles seguidores!!

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  2. Juan Carlos.

    Leyendo tus frases y tus artículos, a veces siento la pena de no tener tiempo para establecer un paralelismo entre los clásicos latinos y griegos y todo lo que leo. Creo que nos llevaríamos más de una -agradable- sorpresa. Si el mundo de la empresa descubriese a Sófocles, a Virgilio o a Beda el Venerable…

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