1.- Principios: Aliados

Hombre_CheckingLos principios renacen durante estas fechas, Barquero. Es algo que oí y que se quedó en mi memoria jugueteando con muchas experiencias.

La Navidad, el fin de año para los no creyentes, es un momento tradicional de reflexión. Eso provoca ese «renacimiento» del que has oído hablar.

¿Qué ocurre con los principios durante el resto del año?

Se definen como verdades irrenunciables que deben guiar todo nuestro comportamiento. Son los mismos en todas las personas, pero no tienen igual presencia en unos que en otros. Los principios están ahí, en nuestro interior, nos marcan los límites que no debiéramos rebasar jamás.

Cuando se acercan estas fechas, tendemos a hacer balance de lo que ha sido el año. Miramos hacia atrás y vemos logros y errores, vemos dificultades, problemas, qué ha ocurrido con las personas que nos rodean, con nosotros mismos, lo que hemos conseguido y lo que nos hemos dejado en el tintero… Miramos hacia el nuevo año como si fuera una etapa distinta y lo vemos con temor o con ilusión por lo que pensamos que puede traernos. Entonces, nos marcamos retos, quizá sólo a nivel de intenciones débiles o compromisos firmes. Cuando hacemos esto, los principios cobran importancia, se hacen más presentes, porque todo lo que pensamos que vamos a intentar, al proyectarlo hacia el futuro, lo enmarcamos dentro de los límites que nos hacen sentir coherentes con nosotros mismos.

Después, a lo largo del año, el día a día nos envuelve de nuevo con su caos, sus incertidumbres, sus incidencias, y hace que pongamos en juego comportamientos que consciente o inconscientemente, pueden alejarse de esos límites.

¿Qué ocurre cuando nos alejamos de ellos?

Quizá no seamos conscientes del «alejamiento» de forma inmediata, pero en algún momento nuestro cerebro nos lanza la alerta y según sea ese alejamiento, según sea el principio transgredido, nos sentimos incómodos y precisamos reaccionar.

¿Es entonces el momento en que corregimos nuestras conductas?

Ojalá fuera así, pero lo más frecuente es que busquemos hechos que justifiquen nuestra conducta. Es lo que los psicólogos llaman «disociación cognitiva». Como hemos actuado con incoherencia en relación con nuestros principios, nos sentimos mal y lo superamos en un porcentaje muy alto de ocasiones recurriendo a la justificación. Esta nos devuelve la «tranquilidad» porque nos convence de que lo que hemos hecho ha ocurrido no debido a una «falta» nuestra sino a factores externos o internos que nos han obligado a ello o a evitar mayores riesgos.

Somos complicados los humanos.

Complicados y apasionadamente interesantes.

6 comentarios en “1.- Principios: Aliados

  1. Marta Varo

    Me ha gustado mucho esta reflexión sobre los principios.
    La disociación cognitiva, enmascarada como» excusas» para sentirnos mejor y justificar acciones con las que no nos sentimos cómodos u orgullosos,va in » crescendo» hoy en día.
    Necesitaríamos mas objetividad, análisis interior y sinceridad con nosotros mismos para poder superarla y crecer hacia adelante.
    Como dice una canción: La respuesta no es la huida…

    Me gusta

  2. Gonzalo Nadal

    Ya dejaba claro Groucho que «estos son mis principios, si no le gustan tengo otros».

    El problema acerca de los principios radica en hasta donde somos capaces de defenderlos. Una vez que no lo hacemos, como comentas barquero, aparece la disociación cognitiva y a partir de ahí dos vías:

    – La temporal: justifico el por qué actúo en contra de mis principios: la crisis, es lo que espera mi jefe o cliente, tengo miedo o me lo han mandado. Sobre este último punto podemos ver hasta que punto olvidamos los principios cuando seguimos órdenes ya que podemos justificar que no somos los responsables hasta límites insospechados como se ve en los experimentos de Milgram.

    – La definitiva: como la disociación cognitiva no se puede mantener en el tiempo nos sucede lo que decían nuestras madres y abuelas: «actúa como piensas o acabarás pensando como actúas». Pues efectivamente, pasamos a cambiar nuestros principios para ajustarlos a nuestras acciones y romper esa disociación.

    Lo que parece claro es que actualmente y más acentuado con la crisis, los principios no son tan firmes como antes, pero la buena noticia es que sólo dependen de cada uno.

    Me gusta

Deja un comentario